lunes, 2 de agosto de 2010

Culines y no de sidra

1 comentario:

  1. Es que el amor no tiene localización. Igual, nos da, derecha que izquierda, que popa que proa.
    La gente no lo entenderá, pero esta foto recuerda un romanticismo sin igual.
    Uru, no cambies nunca.

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